Venezuela compra tanques y sistemas antiaéreos a Rusia por 2.200 millones.
CARACAS — Venezuela obtuvo un crédito de 2.200 millones de dólares para la compra de armamento a Rusia, informó el domingo el presidente Hugo Chávez, quien destacó la adquisición de 92 tanques T-72 y T-90 y un número no determinado de sistemas antiaéreos S-300.
"El Gobierno ruso aprobó un financiamiento de 2.200 millones (de dólares) para el gasto en armamento. Gracias al apoyo del presidente ruso (Dimitri Medvedev) y el primer ministro (Vladimir Putin) se hizo viable la compra de armamento, para incrementar nuestra capacidad de defensa", señaló Chávez.
Medios y analistas del sistema vienen destacando -casi con sorpresa y perplejidad- la escalada armamentista emprendida por los países sudamericanos con Brasil y Venezuela a la cabeza. En general, coinciden en una pregunta: ¿Para qué y contra quién se rearman?.
"En una región sin perspectivas de un conflicto armado serio, ¿tiene sentido que Chile tenga cientos de tanques de guerra? ¿o que Venezuela compre 100.000 fusiles Kaláshnikov AK47? ¿y que Brasil planee la construcción de un submarino nuclear? ¿No es acaso una región pacífica?", se pregunta la cadena británica BBC.
Para el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar fue de US$ 34.000 millones el año pasado, lo que representa un aumento del 50% en los últimos diez años.
En tanto, de acuerdo al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por su sigla en inglés) con sede en Londres el gasto militar se incrementó un 91% entre 2003 y 2008, si se toma en cuenta a toda América Latina y el Caribe.
Pasó de US$ 24.700 millones a US$ 47.200 millones, de acuerdo al informe Balance Militar 2009 del IISS.
Las cifras sorprenden, en una región donde alrededor de 200 millones de personas viven en condiciones de pobreza, o por debajo de las líneas de supervivencia.
Para el IISS, en los últimos cinco años los países que más han incrementado el presupuesto de Defensa han sido Venezuela, Colombia, Brasil y Chile.
En el caso colombiano, solamente en 2008 desembolsó unos US$ 5.500 millones para sus compras militares, un 13,5% más que en 2007.
La "amenaza de las FARC y la lucha contra el narcotráfico" aparecen como las principales razones para el rearme de un país que, según Robert Munks, editor para las Américas de la revista británica especializada en temas de Defensa, Jane's Intelligence Weekly, es de los más avanzados militarmente en el continente.
En tanto, al sur del continente, Argentina y Uruguay mantienen un rol casi accesorio para sus Fuerzas Armadas.
Si bien la prensa del sistema señala a Hugo Chávez como el principal comprador de armas (a Rusia), en realidad es Brasil el país sudamericano que más gasta en Defensa, según el IISS.
Es el 12° país en el mundo con mayor gasto militar, de acuerdo a los datos del SIPRI. El año pasado Brasil desembolsó US$ 23.000 millones, lo que representa el 1,5% del Producto Interior Bruto.
La semana pasada, los gobiernos de Brasil y Francia cerraron un pacto de cooperación y transferencia de tecnología militar estimado en US$ 12.500 millones, que incluye la compra brasileña de cinco submarinos, uno de ellos nuclear, de 50 helicópteros de transporte y posiblemente también de 36 aviones caza.
Entre 1999 y 2008 el presupuesto militar brasileño aumentó un 29,9%. Si se toman en cuenta los años de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, el incremento fue del 50%.
Entre 2005 y 2008, Venezuela le ha comprado a Moscú unos US$4.400 millones en armamento. Esto incluye 100.000 fusiles de asalto Kaláshnikov AK-47 y 24 aviones Sukhoi SU, entre otras cosas.
Si se incluyen las compras a Bielorrusia, China y España, Venezuela ha gastado casi US$ 7.000 millones en los últimos tres años.
Por otra parte, la semana pasada Rusia y Bolivia dieron a conocer un convenio que permitirá al gobierno de Evo Morales comprar armas rusas y equipamiento para las Fuerzas Armadas por US$100 millones.
El presidente boliviano lo justificó al asegurar: "La verdad, encontré a las Fuerzas Armadas desarmadas". Y agregó que el equipamiento militar "no será para provocar guerras, sino para defenderse y evitar provocaciones".
Fuentes:
http://elpolvorin.over-blog.es/article-36068015.html
http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5gjmoFbmmjktdL29TIwy5Aq3cECmw
CARACAS — Venezuela obtuvo un crédito de 2.200 millones de dólares para la compra de armamento a Rusia, informó el domingo el presidente Hugo Chávez, quien destacó la adquisición de 92 tanques T-72 y T-90 y un número no determinado de sistemas antiaéreos S-300.
"El Gobierno ruso aprobó un financiamiento de 2.200 millones (de dólares) para el gasto en armamento. Gracias al apoyo del presidente ruso (Dimitri Medvedev) y el primer ministro (Vladimir Putin) se hizo viable la compra de armamento, para incrementar nuestra capacidad de defensa", señaló Chávez.
Medios y analistas del sistema vienen destacando -casi con sorpresa y perplejidad- la escalada armamentista emprendida por los países sudamericanos con Brasil y Venezuela a la cabeza. En general, coinciden en una pregunta: ¿Para qué y contra quién se rearman?.
"En una región sin perspectivas de un conflicto armado serio, ¿tiene sentido que Chile tenga cientos de tanques de guerra? ¿o que Venezuela compre 100.000 fusiles Kaláshnikov AK47? ¿y que Brasil planee la construcción de un submarino nuclear? ¿No es acaso una región pacífica?", se pregunta la cadena británica BBC.
Para el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar fue de US$ 34.000 millones el año pasado, lo que representa un aumento del 50% en los últimos diez años.
En tanto, de acuerdo al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por su sigla en inglés) con sede en Londres el gasto militar se incrementó un 91% entre 2003 y 2008, si se toma en cuenta a toda América Latina y el Caribe.
Pasó de US$ 24.700 millones a US$ 47.200 millones, de acuerdo al informe Balance Militar 2009 del IISS.
Las cifras sorprenden, en una región donde alrededor de 200 millones de personas viven en condiciones de pobreza, o por debajo de las líneas de supervivencia.
Para el IISS, en los últimos cinco años los países que más han incrementado el presupuesto de Defensa han sido Venezuela, Colombia, Brasil y Chile.
En el caso colombiano, solamente en 2008 desembolsó unos US$ 5.500 millones para sus compras militares, un 13,5% más que en 2007.
La "amenaza de las FARC y la lucha contra el narcotráfico" aparecen como las principales razones para el rearme de un país que, según Robert Munks, editor para las Américas de la revista británica especializada en temas de Defensa, Jane's Intelligence Weekly, es de los más avanzados militarmente en el continente.
En tanto, al sur del continente, Argentina y Uruguay mantienen un rol casi accesorio para sus Fuerzas Armadas.
Si bien la prensa del sistema señala a Hugo Chávez como el principal comprador de armas (a Rusia), en realidad es Brasil el país sudamericano que más gasta en Defensa, según el IISS.
Es el 12° país en el mundo con mayor gasto militar, de acuerdo a los datos del SIPRI. El año pasado Brasil desembolsó US$ 23.000 millones, lo que representa el 1,5% del Producto Interior Bruto.
La semana pasada, los gobiernos de Brasil y Francia cerraron un pacto de cooperación y transferencia de tecnología militar estimado en US$ 12.500 millones, que incluye la compra brasileña de cinco submarinos, uno de ellos nuclear, de 50 helicópteros de transporte y posiblemente también de 36 aviones caza.
Entre 1999 y 2008 el presupuesto militar brasileño aumentó un 29,9%. Si se toman en cuenta los años de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, el incremento fue del 50%.
Entre 2005 y 2008, Venezuela le ha comprado a Moscú unos US$4.400 millones en armamento. Esto incluye 100.000 fusiles de asalto Kaláshnikov AK-47 y 24 aviones Sukhoi SU, entre otras cosas.
Si se incluyen las compras a Bielorrusia, China y España, Venezuela ha gastado casi US$ 7.000 millones en los últimos tres años.
Por otra parte, la semana pasada Rusia y Bolivia dieron a conocer un convenio que permitirá al gobierno de Evo Morales comprar armas rusas y equipamiento para las Fuerzas Armadas por US$100 millones.
El presidente boliviano lo justificó al asegurar: "La verdad, encontré a las Fuerzas Armadas desarmadas". Y agregó que el equipamiento militar "no será para provocar guerras, sino para defenderse y evitar provocaciones".
Fuentes:
http://elpolvorin.over-blog.es/article-36068015.html
http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5gjmoFbmmjktdL29TIwy5Aq3cECmw