Reloj Profético: Navidad – Falsa y vana tradición

jueves, 8 de abril de 2010

Navidad – Falsa y vana tradición

Por Michael Rood
Navidad – Falsa y vana tradición


Mirad que nadie os despoje por medio de filosofías y vanos engaños, según la tradición de los hombres. Colosenses 2:8

La palabra “vano” utilizada aquí puede ser entendida también como prosperidad, es decir buscar “cosas” que fácilmente nos engañan. Vemos en Mateo 4:8-9 que Satanás tentó al Mesías con todo el poder, riquezas y gloria del mundo. Satanás ofreció dárselo todo a Él si simplemente lo adoraba postrándose a sus pies.

La promesa de poder personal, riquezas y gloria es la zanahoria que Satanás continuamente sostiene ante nuestras narices. La búsqueda de riquezas nos mantiene ocupados toda la vida hasta la tumba en lugar de estar siguiendo al Mesías.

Los que habían creído en el Mesías debían tener mucho cuidado en seguirlo a Él y cuidarse de los paganos que los conquistarían con su visión torcida del mundo y harían que ellos persiguieran las riquezas que ofrece el mundo. Cómo ocurriría este engaño? Siguiendo inocentemente las tradiciones de los hombres.

La palabra tradición viene del latín “Tradiere” que significa poner en las manos de otro, al seguir lo que los paganos intentan poner en nuestras manos, se nos puede quitar la recompensa para lo que hemos trabajado toda una vida.

Veremos ahora una de esas tradiciones que han destruido la vida de innumerables cristianos quienes pensaban que estaban siguiendo al Mesías.

En el libro de Rut 1:1 vemos que Elimelec y su familia salieron de Belén durante una sequía y peregrinaron hacia el este de Israel a la tierra de Moab. Los moabitas eran adoradores del dios pagano de la prosperidad Kemosh (1 Reyes 11:7 y 11:33), el mismo dios panzón de hierro fundido que sus parientes los amonitas adoraban como Molok. Ambos dioses usaban una gorra frigia, la gorra oficial tanto de Tamuz en Babilonia, como de Mitra más tarde en Roma.

Durante el solsticio de invierno, el 25 de diciembre en el calendario antiguo, hacían una misa pública del niño. Misa significa sacrificio. Los sacerdotes llenaban de leña la imagen de hierro del dios Kemosh y le prendían fuego hasta que el dios panzón se convertía en un horno al rojo vivo. La gente preparaba largas listas de deseos y la recitaban frente al dios de la prosperidad justo antes de sacrificar a sus hijos en el regazo ardiente del dios de la gorra frigia.

Conforme ardían los bebés durante la misa del 25 de diciembre, a la gente se le aseguraba que su sacrificio sería recompensado el año siguiente. El mismo día al sur de Israel, los egipcios adoraban a su dios sol Ra. Un jeroglífico egipcio pinta a Ra castrándose a sí mismo, de igual forma en que la mitología griega lo atribuye a Atis, haciéndose la misma cirugía a sí mismo.

Los adoradores de Ra, colgaban bolas doradas y plateadas sobre una palmera según nos reporta el profeta Jeremías (Jeremías 10:1-5) y luego colocaban sus regalos decorados para el dios sol bajo este árbol con bolas o testículos dorados y plateados de Ra. Esta costumbre vana se realizaba el día del cumpleaños de Ra, el 25 de diciembre.

Cuando Israel adoptó esta costumbre, usaron un árbol siempre verde, cortado del bosque con hacha y lo ponían erecto y lo aseguraban en sus casas con clavos y martillos sobre un pedestal para que no se cayera. Lo decoraban con bolas doradas y plateadas. Dios llama a esta celebración “Una abominación”.

En los años 1600 era ilegal poner árboles de navidad o celebrar un servicio en noche buena en Estados Unidos, los peregrinos sabían que era pura adoración pagana al dios sol, por lo tanto no se ofenda porque le cuento estas cosas, más bien oféndase al pensar porqué esas abominaciones han pasado sin ser cuestionadas por la cristiandad paganizada.

Esas prácticas ocultas han cambiado muy poco desde que fueron introducidas en los Estados Unidos. Un mes antes de la fecha del nacimiento de Tamuz, hacemos que nuestros niños preparen listas interminables para el dios panzón de la prosperidad vestido de rojo y luego colocamos a nuestros niños aterrorizados sobre el regazo de este dios que se sienta en su trono en un centro comercial con su gorra frigia. El día de navidad bajará por la chimenea y colocará regalos bajo el árbol de navidad decorado con bolas doradas y plateadas, luego nuestros niños se arrodillarán ante el símbolo fálico del árbol conforme reciben las bendiciones de su dios, los padres recargan sus tarjetas de crédito hasta el tope para asegurarse de que sus niños no se decepcionen cuando su dios cumpla sus promesas de prosperidad.

Unos meses antes del evento, el mundo cambia de marcha para cumplir con la experiencia más satisfactoria de la vida, cuando nuestros niños abren sus cajas de regalos conteniendo las mayores esperanzas y sueños, “más cosas”. La realidad nunca es tan grande como la zanahoria que cuelga frente a nuestra nariz, nuestros niños ya están decepcionados antes de abrir el último paquete y nosotros ya estamos endeudados por los siguientes nueve meses tratando de apagar ese sentimiento de desesperación que nos hunde. Los sucesos de esta mañana desencadenan una reacción que culmina con la mayor incidencia de suicidios de todo el año.

Pero en lugar de literalmente hacer pasar a nuestros hijos por el fuego de las manos de Kemosh en el día de noche buena, abortamos a millones de bebés durante el resto del año y luego celebramos nuestra afluencia dando abundantes regalos a nuestros colegas de negocios que ni siquiera nos quieren solo para mostrar que el dios de la prosperidad todavía nos sonríe con aprobación. Es al mismo dios al que se le sirve, simplemente cambian los nombres de los dioses de cultura a cultura.

Ahora usted puede comenzar a ver porqué Pablo insistía tanto en que no siguiéramos las tradiciones de los paganos. Empezamos aceptando una tradición aparentemente inofensiva, una tradición es como la levadura que crece hasta que contamina todo el mundo. Ahora el día de navidad es el día de película principal en los Estados Unidos, no podemos esperar hasta poder escapar hacia la realidad que nosotros hemos creado.

Mirad que nadie os despoje por medio de filosofías y vanos engaños, según la tradición de los hombres, según los rudimentos del mundo y no según el Mesías. Colosenses 2:8

Los rudimentos se describen mejor como los elementos que componen un todo. Como las piedras de una pared que componen una torre de vigilancia. Lo que dice Pablo implica que podemos ser engañados un ladrillo a la vez hasta que un día amanecemos en una prisión que nosotros hemos construido para nosotros mismos. Habremos seguido las cosas de este mundo y ni siquiera nos damos cuenta de que nos hemos apartado de seguir al Mesías.

Debido a nuestra ignorancia de la Torah, muchas personas no pueden darse cuenta de que Pablo continuamente está citando la Torah a través de sus escritos. Deuteronomio 12:30-31 da la base de sus advertencias a los creyentes gentiles: “Ten cuidado que no tropieces o seas despojado, siguiendo el ejemplo de ellos (adoradores paganos del dios sol), no preguntes acerca de cómo estas naciones adoran a sus dioses, y hagas lo mismo ante Yahweh tu Elohim! Todo lo que hacen es una abominación. Yahweh odia que hayan quemado a sus hijos e hijas como sacrificios en el altar de sus dioses.”

Dios dio instrucciones claras de cómo quería que su gente celebrase, 3 veces al año me celebraréis fiesta, una fiesta para mí de la manera que “Yo digo”.

Éxodo 23:13-14 Estén pendientes de todo lo que les he dicho. No mencionen los nombres de otras deidades; que no se oigan de sus labios. Tres veces al año me celebrarán fiesta.

El Origen Pagano de la Navidad